Sindicatos
El sector eléctrico alberga a dos de los sindicatos más fuertes de México que históricamente han sido elementos clave en la base de poder del PRI. El sindicato de la CFE es el Sindicato Único de Trabajadores Eléctricos de la República Mexicana (SUTERM); el sindicato de la LFC es el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Estos sindicatos han contribuido al debate que rodea a las reformas al sector eléctrico y a las tarifas de electricidad. El estatus de empleo de los trabajadores del sector eléctrico fue una cuestión en las reformas propuestas por el Presidente Zedillo en 1999. Aunque el SUTERM apoyaba las iniciativas de 1999, las protestas más agudas vinieron del SME el cual fue exitoso al lograr un gran apoyo de intelectuales, académicos y líderes de opinión, a la vez que un segmento importante del PRD, alrededor del rechazo de la propuesta. El SME temía que una reestructuración del sector eléctrico conduciría a un desempleo masivo como el que había ocurrido en otros países como Argentina. Sin embargo, en julio del 2000, el gobierno y el SUTERM firmaron un acuerdo que daba seguridad y
estabilidad al empleo el cual aseguraba que si el control de la CFE o LFC cambiaba, sus derechos laborales no serían afectados. [3]
Con respecto a la reforma de las tarifas eléctricas, especialmente en los sectores residencial y agrícola, el SME y SUTERM crearon alianzas con el PRD, el ala izquierda del PRI y otras organizaciones sociales para bloquear la modificación de las políticas de subsidios a la electricidad. Puesto que el SME y el SUTERM son grupos bien organizados que tienen la capacidad de movilizar votos, la reforma a las tarifas de electricidad continua siendo políticamente riesgosa