viernes, 18 de enero de 2008

"LA OPINION" DIARIO DE CORUÑA ESPAÑA SE REFIERE A MOURIÑO COMO EL GALLEGO

ESTO ES REALMENTE INAUDITO CON MOURIÑO EN GOBERNACION ES COMO SI MEXICO TUVIESE UN VIRREY

Calderón nombra al gallego Juan Camilo Mouriño ministro de Interior de México



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Juan Camilo Mouriño y Felipe Calderón, ayer, en la sede presidencial mexicana de Los Pinos. David de la Paz
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Tras dirigir la campaña que llevó al poder a Calderón en 2006, se convirtió en su mano derecha. Es el miembro más joven del Ejecutivo. Promete fomentar el diálogo con la oposición.
Agencias / Redacción.México / A CoruñaGalicia tiene representación en las más altas instancias de México. El economista gallego Juan Camilo Mouriño, mano derecha del presidente Felipe Calderón, fue nombrado ayer ministro de Gobernación, equivalente al departamento de Interior en España. Hijo del empresario Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo, Juan Camilo es uno de los más estrechos colaboradores de Calderón desde que dirigió la campaña electoral que lo llevó al poder en el verano de 2006. Hasta ahora era jefe de la Oficina de la Presidencia, y ayer se convirtió, con 36 años, en el ministro más joven del gabinete mexicano. En un acto celebrado en la residencia presidencial de Los Pinos, Calderón anunció ayer que Mouriño sustituirá a Francisco Ramírez, que presentó su dimisión para dedicarse "a tareas personales". Es el cambio más importante de los realizados hasta ahora en el Ejecutivo mexicano por las amplias competencias que tiene la cartera de Gobernación, encargada de impulsar las principales reformas del país y de coordinar a los 32 estados mexicanos, gobernados en su mayoría por la oposición. Ayer, Mouriño prometió fomentar el diálogo con los partidos políticos para llevar adelante las reformas e impulsar la participación de la sociedad y los medios de comunicación. En su discurso, en el que también anticipó que renovará esfuerzos contra los desastres naturales, no se refirió en ningún momento a la seguridad, uno de los caballos de batalla del Ejecutivo mexicano. Calderón, por su parte, le confió la tarea de "transitar del sufragio efectivo a una democracia efectiva".