viernes, 22 de enero de 2010

ORGANIZACION Y DIRIGENCIA

HE AQUI ALGUNOS CONCEPTOS NECESARIOS QUE SE PUEDEN LLEVAR A CABO CUANDO SE PRETENDE ORGANIZAR Y COHESIONAR UN MOVIMIENTO, DADAS LAS CIRCUNSTANCIAS QUE ESTAMOS VIVIENDO Y EL HARTAZGO HACIA LA CLASE DOMINANTE QUE TIENE PARALIZADO Y PAUPERIZADO AL PAIS:

Definir lo que se entiende por masas y su diferencia con el concepto de clases sociales. Cuando hablamos de masas nos estamos refiriendo al pueblo en general.

Pero, ¿qué se entiende por pueblo?

3. Aquí es importante aclarar que este concepto tiene un sentido muy preciso para nosotros. No se refiere a todos los ciudadanos que viven en una determinada nación, como cuando se habla del “pueblo argentino”, del “pueblo cubano”, del “pueblo peruano”, etc. El concepto de pueblo se refiere sólo a aquellos sectores que tienen intereses opuestos a los grupos dominantes, en un determinado momento de la historia de un país o coyuntura política.

4. Estos intereses de la mayoría no pueden realizarse si primero no se termina con esos grupos dominantes que se convierten así en sus enemigos, en los enemigos del pueblo.

5. Para determinar entonces lo que debemos entender, por pueblo en un país, es necesario definir en cada coyuntura política cuál es el enemigo principal del momento. No siempre el pueblo abarca a los mismos sectores. Por ejemplo, en el caso de una dictadura militar fascista es posible agrupar bajo una misma bandera de lucha, no sólo a los sectores del proletariado y a las capas medias sino también algunos sectores democráticos de la burguesía. Lo mismo ocurre en caso de una invasión antiimperialista. Pero, si se logra triunfar contra el dictador e implantar un régimen social que pretende iniciar la construcción del socialismo en ese país, entonces muchos de quienes lucharon unidos al proletariado contra el dictador, abandonarán esas filas y empezarán a militar en la contrarrevolución. Esto ocurrió efectivamente en Cuba, donde amplios sectores de la burguesía apoyaron la lucha antibatistiana y luego al avanzar el proceso y tomar medidas que herían a los capitalistas, fueron marginándose del proceso y pasando a la contrarrevolución. EI concepto de pueblo, que en la primera etapa abarcaba a todos los sectores antibatistianos, en la segunda etapa abarca sólo a aquellos que apoyan el proceso de construcción del socialismo.

6. Pon lo tanto, el pueblo así definido corresponde al concepto de masas populares y abarca a diferentes grupos y clases sociales que varían según las circunstancias históricas.

7. El concepto de “masas” o “pueblo” es , por lo tanto, más amplio que el de “clase”
.
8. Una clase social está formado por el conjunto de individuos que ocupan un lugar común en el sistema de producción social, lugar que depende fundamentalmente de la propiedad o no propiedad que ellos tengan sobre los medios de producción.2 En cambio, las masas están formados por individuos que ocupan diferentes lugares en la producción social: obreros, pequeños productores, capitalistas pequeños y medianos, etc., y algunos sectores que sólo están ligados indirectamente a la
producción (intelectuales, empleados del Estado, etc.). Lo que reúne a todos estos sectores bajo el mismo concepto es el hecho de tener intereses apuestos a los enemigos principales.

9. Ahora, la única clase capaz de luchar hasta el fin por liberar a todo el pueblo de la explotación es el proletariado o clase obrera. Por eso, dentro de las masas existe una clase que es la clase decisiva, ya que de su acción organizada depende el futuro de la revolución: la clase obrera.

10. Pero aquí nuevamente es necesario distinguir entre el conjunto de la clase y su vanguardia política: el partido obrero que sólo reúne a los elementos más conscientes de la clase.

11. Estas definiciones son útiles para comprendes el carácter que tienen las diversas organizaciones del pueblo.

12. Desde el punto de vista organizativo, existen así: a) Organizaciones de masas: que reúnen a distintos sectores del pueblo bajo un objetivo común, sin establecer diferencias entre las clases y grupos sociales que la componen. Por ejemplo: un centro de madres reúne a todas las mujeres del barrio sin preguntar si son mujeres obreras, o pequeñas productoras independientes (costureras), o empleadas del Estado, etc. Igual cosa ocurre con otros organismos de masas, coma las JAP (Juntas de Aprovisionamiento y Control de Precios), los Comandos Comunales Campesinos, etc. b) Organizaciones de clase: que sólo reúnen a los miembros de una misma clase; por ejemplo, los sindicatos obreros, las organizaciones patronales. c) Organizaciones políticas: que en el caso del proletariado, reúnen sólo al sector más consciente la clase obrera.

QUE CLASE DE DIRIGENTES NECESITAMOS ?


II. DIRIGENTES BURGUESES-DIRIGENTES REVOLUCIONARIOS.

18. En épocas históricas pasadas, cuando proletariado todavía no se había desarrollado ni consolidado como clase, los enfrentamientos entre grupos sociales, la lucha de clases, fueron siempre movimientos de masas conducidos por una minoría que perseguía realizar sus propios intereses. El pueblo participaba, pero no era consciente de los verdaderos fines y de los intereses que favorecía el movimiento en el cual actuaba. De esta manera, el papel dirigente que desempeñaba la burguesía instruida se acompañaba del “seguidismo” de la masa, que no tenia educación ni conciencia de sus propios intereses.

19. Mientras más ignorante era la masa, más fácil era conducirla. En estas condiciones la burguesía, durante los primeros siglos del desarrollo capitalista, no tenía por que interesarse en elevar el nivel de educación del pueblo. Sin embargo, el propio desarrollo del sistema capitalista al exigir la introducción de máquinas cada vez más perfeccionadas, obligó a elevar éste nivel de educación: era necesario contar con una mano de obra cada vez más especializada.

20. A esto se agrega la concentración del proletariado en grandes centros industriales y el nacimiento de su organización política independiente: el partido obrero, que sirve de instrumento para hacer llegar la teoría revolucionaria al proletariado.5Lla clase obrera se transforma así en una fuerza social cada vez más decisiva y empieza a tomar la conducción de la lucha de todos los grupos sociales y clases oprimidas por el capitalismo.

21. Ahora bien, a medida que se sigue desarrollando el capitalismo, la clase obrera no deja de crecer numéricamente: nuevos sectores de la sociedad pasan a engrosar sus filas. Muchos campesinos se desplazan del campo a la ciudad, muchos pequeños artesanos se ven obligados por la competencia industrial a dejar su pequeña producción independiente y a trabajar por un salario; muchos técnicos y profesionales ligados a la producción pasan a ocupar en las fábricas un lugar similar al de los obreros. Por otra parte, para grandes sectores de la población se restringen cada vez más sus posibilidades de desarrollo, dada la concentración creciente de las riquezas, privilegios y oportunidades en manos de unos pocos, el dominio cada vez mayor que esta minoría adquiere de todas las actividades de la sociedad. Esto significa de hecho que cada vez más sectores de la sociedad pasan ser oprimidos, directa o indirectamente, por el sistema capitalista de explotación.



22. Pero debido a la distinta forma en que los grupos oprimidos sufren la explotación, ellos tienen mayor o menor facilidad para darse cuenta de cuál es la verdadera solución de sus problemas y para

luchar en forma consecuente por lograrla en forma definitiva. Esto significa que dentro del pueblo se dan distintos niveles de conciencia y que sólo la organización política del proletariado, que es capaz de señalar las verdaderas causas de la explotación del sistema, puede darse un programa de acción que permita realizar los intereses de la clase obrera y del pueblo en general. Es por ello que por primera vez en la Historia la acción que emprende una clase responde a los intereses de las masas, recoge sus experiencias de lucha y señala a través de este programa revolucionario el modo corno la clase obrera y el pueblo podrán alcanzar sus metas.

23. Por todas estas razones, la gran fuerza del movimiento conducido por el proletariado está en la claridad y conocimiento que las masas vayan adquiriendo de los objetivos por los que se lucha.

24. El desarrollo de esta conciencia es tan indispensable para el éxito de la lucha, como antes lo era la inconsciencia de las masas para el triunfo de las acciones que la minoría dominante dirigía para su provecho.

25. Esta nueva concepción de la lucha con una participación consciente del pueblo cambia totalmente la antigua relación entre los dirigentes y las masas. Ya no se trata más de “trotar a la siga de un jefe” o de ser conducido “como un rebaño”. El papel fundamental de los dirigentes ahora es educar a las masas, hacerles claridad respecto a su misión histórica. En las medida en que cumplen con este papel su autoridad e influencia crecen.
26. Por ello, en las nuevas condicionas históricas el prestigio y la influencia de los dirigentes crecen en la misma medida en que destruyen lo que hacia posible la función dirigente de la burguesía: la ceguera de las masas.
27. En tanto que cumplen con este nuevo papel histórico, los líderes dejan de ser una élite que “arrastra detrás de sí” a un rebaño, para ser los que impulsan la acción consciente de las masas desde el interior de ellas mismas.
28. Pero esta nueva situación histórica que cambia la relación entre los dirigentes y las masas, hace que la clase dominante trate por todos los medios de introducir la desconfianza del pueblo hacia sus dirigentes y hacia las metas que se proponen, ya sea planteándolas como ilusorias o utópicas, o bien engañando y mintiendo al pueblo por todos los medios de que disponen.
29. Esta ofensiva de la burguesía, que a veces logra tener éxito en determinados momentos y en ciertos sectores del pueblo hace aun más necesario desarrollar la conciencia de las masas. Se trata de que las masas tengan armas ideológicas propias para descubrir el engaño, y para rechazar a aquellos dirigentes impuestos por la burguesía que no interpretan sus verdaderos intereses.
30. La actitud de los dirigentes con mentalidad proletaria nada tiene que ver con la de aquellos jefes que piensan que la masa es como un niño que nada sabe, que hay que comenzar a educar y a quien no es bueno decírselo todo.
31. Esto implica olvidar que las masas aprenden por su propia acción, que han emprendido movimientos espontáneos y que han acumulado la experiencia necesaria para comprender el papel que pueden jugar en la transformación de la sociedad. Por ello, los dirigentes no pueden sostener, ni siquiera pensando en el interés de las masas, que tienen el derecho de disimular la verdad y que son sólo ellos quienes saben hacia dónde van las cosas.
32. Por el contrario, deben organizar la actividad de las masas informándolas exactamente de las dificultades que deberán afrontar para poder conseguir sus objetivos .
33. No es fácil ser dirigente revolucionario. La educación burguesa, las ideas y hábitos que ella ha difundido a través de todos los medios de comunicación a su alcance durante siglos, hacen que esta ideología burguesa penetre en todos los sectores sociales. Está es la razón por la que numerosos
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dirigentes que quieren servir al pueblo y a la revolución se ven muchas veces atrapados por esta influencia burguesa y caen en una serie de métodos de dirección y de trabajo incorrectos que los hacen tomar actitudes propias de un dirigente burgués, con la consiguiente desconexión con la masa.

MAS ADELANTE ANALIZAREMOS LOS METODOS CORRECTOS E INCORRECTOS DE ORGANIZACION Y EL PORQUE FRACASAN Y SE DESINTEGRAN LOS GRUPOS O CIRCULOS DEL MOVIMIENTO