viernes, 19 de octubre de 2007

la encrucijada de calderon

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INDICADOR POLÍTICO
Carlos Ramírez
Viernes, 19 de octubre de 2007
Fox: el portafolio que quema.
¿O comenzarán los despidos?.Al comenzar el sexenio actual, la Secretaría de la Función Pública realizó una investigación a fondo de las presuntas irregularidades de Vicente Fox, Martha Sahagún, los hermanos Bribiesca Sahagún y algunos miembros del primer círculo foxista. Los expedientes se guardaron en un portafolio especial y se entregaron al todavía secretario Germán Martínez Cázares.Pero misteriosamente, ese portafolio desapareció de los espacios legales y algunos de los expedientes han sido filtrados a la prensa desde Los Pinos como mensajes a Fox. Sin embargo, el dilema mayor sigue vigente: ¿será Fox el primer expresidente panista de la República que terminará en la cárcel por corrupción como no ocurrió con los priistas o será Fox un expresidente panista acotado a base de periodicazos sin incriminaciones legales como cualquier expresidente priista de la República?El fondo del conflicto radica en la posibilidad de cruzar el expediente de corrupción de los Fox con la decisión del gobierno calderonista de parar el activismo enloquecido del expresidente.Por lo pronto, la SFP tiene pruebas de las corruptelas de los Fox. Antes de dejar el cargo para ir como el candidato oficial del gobierno calderonista a la presidencia del PAN, Martínez Cázares llamó al encargado de la investigación -el contralor Francisco Medellín- para pedirle otra copia. Ahí comenzaron las sospechas de que el gobierno de Calderón sí tiene datos de las irregularidades de Fox pero no se canalizarán por los cauces legales sino que se utilizarán para presionar políticamente a Fox.No sería la primera vez que ocurre un caso similar. Durante la presidencia de Carlos Salinas, un grupo de investigadores de la entonces Secretaría de la Contraloría hizo un reporte de las presuntas irregularidades de Raúl Salinas de Gortari. La entonces contralora María Elena Vázquez Nava tuvo la valentía de entregársela al presidente Salinas. Con visible enojo, Salinas recibió el reporte. Pero días después Raúl Salinas se encontró a la contralora y le dijo que sabía del reporte: el presidente le había entregado a su hermano la investigación y no a las autoridades.Algo similar puede haber ocurrido con la indagación de la SFP sobre Vicente Fox y cómplices. El portafolio de la investigación anda, dicen, perdido. Ahí se localiza el papel de Martínez Cázares: recibió la información del expediente de los Fox, supo de su contenido delicado e incriminatorio, extravió el portafolio y a la hora decisiva sólo dijo que se iba de la SFP "porque no quiero ser el que enjuicie a Fox". El extitular de la SFP es el candidato oficial a la presidencia del PAN y con ello lleva el mensaje de que el PAN va a proteger a Fox. Y que el PAN repetirá el error del PRI con los expresidentes de la República.El problema del gobierno calderonista y del PAN radica en la decisión de Fox de no atender la recomendación de nadie, de mantener su posición en medios como una forma de crearle un espacio político a su esposa Martha y de apostarle al modelo de los Clinton: que la esposa busque la candidatura presidencial después de un periodo intermedio. La movilidad de Vicente Fox, por tanto, no corresponde a su locura no inconsciencia sino a su decisión de cumplirle la promesa a su esposa de hacerla presidenta de México.Ante este escenario que le modifica su propio proyecto político transexenal, el presidente Calderón tiene que definir su relación con Fox en la lógica de experiencias anteriores. Calles, dicen, mandó matar a su antecesor Obregón porque quería regresar al poder y no soltarlo. Cárdenas echó a Calles del país. Ruiz Cortines creó comisiones a todos los expresidentes. Echeverría chocó contra Díaz Ordaz. López Portillo padeció a Echeverría. Zedillo promovía protestas callejeras contra Salinas. Y ahora Fox quiere crear una presidencia paralela de la República.La peor relación de poderes ocurrió entre el presidente López Portillo y el expresidente Echeverría. En 1975 Echeverría impuso a su sucesor porque carecía de grupo. Echeverría entregó la presidencia pero no el poder: mantuvo, por ejemplo, la red presidencial para llamar en directo a funcionarios de gobierno, hasta que se la quitó Jesús Reyes Heroles. Pero Echeverría mantuvo como expresidente su agenda presidencial aunque contradijera la del presidente López Portillo.El aparato político protegió a López Portillo. Cuenta Luis Suárez en Echeverría en el sexenio de López Portillo que Gustavo Carvajal le advirtió al político echeverrista Augusto Gómez Villanueva: "cada vez que Echeverría regrese a México, caerá una cabeza. Y así cayeron los echeverristas Porfirio Muñoz Ledo, Carlos Sansores Pérez y Hugo Cervantes del Río". Y cuando Echeverría anunció que "rompería el silencio", López Portillo declaró: "si me pidieran un minuto de silencio sobre la ruptura supersónica del silencio, yo me levantaría a guardar el minuto de silencio". Al final, López Portillo se negó a romper con su antecesor y Echeverría se convirtió en un conflicto.En el problema Calderón-Fox persiste la duda: ¿actuará Calderón contra Fox por los expedientes de la corrupción o Calderón aguantará estoicamente a Fox como López Portillo a Echeverría? Fox es un problema de Calderón, no de los mexicanos.www.indicador-politico.com.mxcramirez@indicadorpolitico.com.mx